Ciclo Visual

El ciclo visual es el proceso bioquímico mediante el cual la luz es convertida en señales nerviosas en el ojo, permitiendo la percepción visual. 

Este ciclo tiene lugar principalmente en la retina y, específicamente, en las células fotorreceptoras (bastones y conos) y las células del epitelio pigmentario de la retina (EPR). 

Los bastones son responsables de la visión en condiciones de poca luz, mientras que los conos son esenciales para la visión en color y la agudeza visual en condiciones de luz brillante.

Fases del Ciclo Visual

Captura de la luz:

La molécula clave en el ciclo visual es el retinal, una forma de vitamina A que se encuentra en los fotorreceptores unido a una proteína llamada opsina. 

Juntas, estas moléculas forman rodopsina en los bastones y fotopsinas en los conos.

Cuando la luz incide en el retinal, este cambia de su forma cis a trans, desencadenando una serie de reacciones bioquímicas que generan una señal eléctrica en el nervio óptico.

Transducción de señal:

Este cambio de configuración en el retinal activa la rodopsina, que a su vez activa una cascada de proteínas dentro de la célula fotorreceptora, conocida como la cascada de fototransducción.

Este proceso reduce el nivel de un mensajero secundario, el GMP cíclico (GMPc), cerrando canales de sodio en la membrana de la célula y causando una hiperpolarización que se convierte en la señal eléctrica transmitida al cerebro.

Regeneración del retinal:

Después de activarse, el retinal en forma trans se separa de la opsina y es transportado al epitelio pigmentario de la retina.

En el epitelio pigmentario, el retinal es convertido nuevamente a su forma cis y luego transportado de regreso a los fotorreceptores, donde se une otra vez a la opsina, regenerando la rodopsina o fotopsina para que esté lista para captar más luz.

Importancia del Ciclo Visual

El ciclo visual es fundamental para la regeneración de las moléculas que captan la luz en la retina, permitiendo una visión continua. Cualquier interrupción o defecto en este ciclo puede provocar problemas visuales, como ceguera nocturna o degeneración retinal. 

Además, el ciclo visual depende de la vitamina A, por lo que una deficiencia de esta vitamina puede afectar seriamente la visión.